jueves, 5 de diciembre de 2013

Digimon: Re Génesis. Acerca de la obra – Capítulos 2 - 3


Al concluir un largo paréntesis de dos años en los que prácticamente no pude escribir nada relacionado con el fanfiction, tenía muy claro que lo primero que quería hacer era continuar con este fic, y este blog, donde puedo dejar mis impresiones e intenciones acerca de su contenido iba de la mano con cualquier intento de retomar el proyecto. Aún tengo pendiente realizar una entrada más en los próximos días, pero quería dedicar esta en particular a los comentarios de los dos capítulos que verdaderamente inician con “Digimon: Re Génesis”, y con su primer arco argumental, el cual titulé “Arco de los espejos”, por motivos que más adelante se harán obvios.

El capítulo 2 es en lo particular uno de mis favoritos. Quería experimentar un poco hacia las raíces culturales de digimon como obra, y en lo más céntrico de esa búsqueda me encontré las milenarias influencias budistas que condicionan la manera de entender la vida de los japoneses. No puedo decir que sin estar un poco inclinado a ello, y encantado por lo que entiendo es una filosofía hermosa y muy aprovechable, independientemente de la cultura de la provengas, la tome como guía para el desarrollo del capítulo.

El título simplifica en si lo que encierra, “Regresando a Casa”, de nuevo prologado por el subconsciente de Tai, es el inicio real del Arco de los Espejos, el regreso para todos aquellos que empezaron la historia a su verdadero hogar, su mundo de sueños imposibles donde, aunque no todos lo admitan ni lo hagan al mismo tiempo, cada uno ha dejado una parte  tan elemental de sí que es imposible apartarse por completo. Trata la nostalgia de tiempos pasados, simbolizada por el digimundo, pero extendida a ámbitos muchos más variados en los personajes, y al mismo tiempo, la fragilidad y transitoriedad de estos en la vida. Quería clarificar el cambio permanente e indetenible de las cosas materiales… cambia el digimundo(a una velocidad asombrosa), huérfano de sus héroes desde hace ya 3 años, cambian los lugares y cambian los enemigos, reales o ficticios, que todos enfrentamos. Y de repente, en medio de la apatía que provoca esta gran verdad, aparece tentomon dejando a un lado sus actividades para ir volando hacia su compañero, la apurada carrera de todos los chicos hacia el árbol de sala en la casa de Genai, y la mano de Sora, tomando una flor marchita para colocarla en su cabello con una sonrisa; para dejar claro, en palabras de la pelirroja, que no todo es transitorio, y si así lo queremos, no todo tiene por qué cambiar. Es imposible detener los eventos y congelar el tiempo, pero los sentimientos y la ideas que le dan su verdadera magnitud a estos hechos, son atemporales, y con el suficiente empeño incluso pueden trascender la muerte.

El capítulo 3 abre definitivamente el argumento de lo que va a ser este arco para el fic. Es bastante más sencillo en su desarrollo que los dos anteriores, un reinicio por partida doble a todas las expectativas generadas en los elegidos. “Volver a empezar” puede tener un significado intrínseco cuando Genai les avisa que su causa para estar allí de vuelta es irreal, por lo que el grupo debe abandonar todas aquellas motivaciones que los habían llevado, para bien o para mal hasta el digimundo, y retomar su vida en Japón, su vida “real”. Y sin embargo, el significado del título cambia completamente al cierre del mismo capítulo, para cobrar una nueva relevancia. 

El tema del capítulo es un tópico cada vez más importante en el mundo en que vivimos, relacionado con la falsa sensación de seguridad que nos da la ciencia a través de todos sus maravillosos avances, aislándonos cada vez mas de nuestra naturaleza elemental para elevarnos a un estado casi divino. La ciencia hace poderoso al hombre, y al mismo tiempo se trasforma en su enemigo, pues lo hace inevitablemente dependiente de ella. Stalin decía, parafraseando a Nietzsche, que la ciencia era el Dios del siglo XX. Esa tergiversación es peligrosa, porque esta, traducida a su naturaleza física, no es un Dios inmortal, ni hace al hombre inmortal. Por lo tanto, ¿Qué seria del hombre hoy en día sin la ciencia?  

Esa hipótesis la ejecuta Miragemon, el verdadero enemigo detrás de todo este arco, cuando arrebata a los elegidos el equivalente a lo que para ellos sería el poder de la ciencia, un poder que ha ido creciendo desde su primera aventura y que les permite, ahora con relativa facilidad sortear obstáculos enormes. El poder de la digievolución, el poder del digivice. Esta acción, la de desnudar a los elegidos de todo lo que habían ganado durante su vida en el digimundo, pondrá a prueba su espíritu, que es precisamente lo primero que miragemon quiere quebrar cuando destruye sus dispositivos, y termina representando un nuevo comienzo para el grupo, coincidiendo con el comienzo de este fic.